La letra pequeña del MARKETING

El uso de Photoshop en las imágenes de campañas publicitarias de cremas faciales, corporales, o de maquillaje, el uso de pestañas postizas (además del Photoshop) en los anuncios de máscaras de pestañas, las productos milagrosos que no cumplen una función ni dos sino 7 u 8 (veanse algunas BB Cream milagrosas y cremas faciales de marcas de nuestro día a día), vamos, que tenemos de todo y más dentro del marketing de las campañas publicitarias de productos cosméticos. 

Aunque además de todo esto está la palabrería que traen los productos en si, y es que por norma general la gente no sabe de química cosmética, no está tan puesta como lo puede estar el mismo profesional, o una blogger o youtuber de belleza, que aprende ya sea por fuerza o por ganas de saber más de ingredientes cosméticos y sus propiedades, así como de buscar opiniones, reseñas, comparativas de productos antes de comprar un producto sin fiarse ciegamente de lo que pone en el envase, lo que te diga el anuncio o te cuente la vendedora o vendedor de turno de la tienda o la misma marca.

No se a vosotras pero no me gusta nada cuando intentan venderme un producto sin tener ni idea de lo que me están contando, o peor, que lo sepan y sean conscientes de que no me va a ir bien y me lo intenten endosar. He estado en el lado de la "ignorancia potinguil" durante mucho tiempo y a base de muchos errores y engaños he llegado aquí, es por ello que me encanta compartir mis experiencias con vosotras porque puede que a alguna persona le venga bien tener mi opinión en cuenta.

Os traigo un curioso ejemplo de un producto que compré un poco a la desesperada porque no tenia otra opción mejor, he de decir que las veces que lo he usado no me ha ido mal, pero evidentemente no es un producto que elegiría por iniciativa propia frente a otros productos que me gustan mucho más, especialmente tras leer lo que anuncia en su propio envase.

Fijaros en los asteriscos que puntualizan el texto explicativo de los magníficos efectos del producto.

Tanto "el brillo natural" que muestra el cabello tras ser fortalecido como lo "sano" y fuerte que resulta de su uso están sujetos a comparaciones con respecto al mismo champú en su versión anterior como al uso del champú con o sin acondicionador, nada de resultados antes y después de su uso tras un determinado periodo de tiempo. Que es cierto que son sinceros y no nos engañan con falsos resultados estadísticos, pero bien saben como redactar un texto y colocar las anotaciones y puntualizaciones al final cuando el consumidor ya se ha quedado con la copla de "5 veces más fuerte y sano".

En si los ingredientes de este champú no están del todo mal ya que incorporan extractos naturales entre sus primeros diez componentes (es por la única razón por lo que me decidí a adquirirlo), pero aún así el resto no son de los más respetuosos para el cuidado de piel y cabello, de entre ellos alcohol, siliconas, sulfatos, etc...

Remarco que este producto no es más que un ejemplo de lo que encontramos cada día en el mercado cosmético, que no significa que el producto en si sea malo sino que intentan vendernos sus efectos con palabras y no con hechos, a pesar de esto he visto de peores, pero espero que simplemente esta 'charla' y ejemplo explicativo sobre el uso de marketing en la cosmética pueda abrir los ojos a alguien antes de invertir en un producto que pueda no ser tan efectivo como espera.