Piel SANA = Piel PERFECTA

Todas sabemos lo importante que es la limpieza de la piel, pero a veces la pereza vence y no llegamos a comprender lo malo que puede llegar a ser. Nos pasamos la vida buscando la hidratante perfecta, el tratamiento adecuado, la base de maquillaje ideal que nos ayude a camuflar esas imperfecciones pero que no se note,... y en lugar de esto ¿porque no empezamos por cuidar mejor la piel?

Simplemente mantener una buena limpieza facial diaria bastaria para eliminar más de la mitad de las imperfecciones que sufrimos, granitos, puntos negros, exceso de grasa, ....

La limpieza ideal y más efectiva se basa en tres pasos importantes (esto vale para todos los tipos de piel): desmaquillar, limpiar y exfoliar, los tratamientos de limpieza "intensivos" como los que nos hacen en un centro de estética los dejamos a un lado como tratamientos puntuales.

Desmaquillar la piel es importantisimo, hacerse con unos buenos productos es lo principal, esto no quiere decir "productos caros" sino "productos efectivos", una leche, agua o aceite desmaquillante y un desmaquillador de ojos es lo ideal, y siempre antes de la limpieza con nuestro jabón. Hay que tener en cuenta que limpiador facial y desmauillador son dos cosas muy distintas, el limpiador o jabón facial limpia la piel pero no elimina el maquillaje, y no eliminar bien el maquillaje significa que nuestra piel no está limpia y que los productos que apliquemos posteriormente no van a hacer nada de nada.
Una vez desmaquillada nuestra piel podemos pasar al jabón específico para nuestro tipo de piel, los hay en diferentes texturas, gel, mousse, crema, jabón compacto, ... lo ideal es que sea libre de jabón, vamos, un jabón sin jabón, para mantener el PH de nuestra piel intacto. Este nos ayudará a eliminar impurezas superficiales y grasa en exceso para dejarla pronta para el siguiente paso tónico+hidratante o tratamiento noche.
Y por último la exfoliación, este es un tratamiento semanal del cual no puedes hacer a menos cuando lo aplicas durante un tiempo y ves los resultados evidentes. La exfoliación hace parte de la limpieza profunda, ya que ayuda a eliminar impurezas y celulas muertas de nuestra piel que si las dejamos ahi pueden provocar las imperfecciones más comunes, además ayuda a igualar el tono de la piel ya que ayuda a eliminar las marcas de antiguos granitos. Este paso puede ir acompañado de una buena mascarilla adecuada a nuestras necesidades, y de este modo las propiedades de la misma penetran de forma inmediata ya que la piel esta libre de todo obstáculo.